
Mens sana in corpore sano. Los expertos lo confirman: los efectos que produce el deporte no solo se limitan a una mejora física, sino también a un aumento de nuestro bienestar.
Cuando hacemos ejercicio, además de las piernas o los brazos también se mueven en nuestra cabeza miles de reacciones químicas. Y estos efectos que produce el deporte van más allá de la sesión de entrenamiento.
En primer lugar, cuando hacemos deporte se activa nuestro sistema vascular. Esto provoca que haya una mayor circulación en nuestro sistema sanguíneo, lo que contribuye a que nuestro corazón esté en forma… y no olvidemos que el corazón es un músculo.
La sensación de bienestar
Por otra parte, mientras hacemos deporte nuestro cuerpo segrega hormonas, llamadas las «hormonas del bienestar», como el cortisol o las endorfinas. Ellas son las responsables de que, cuando salimos del gimnasio o terminamos un partido de tenis con nuestros amigos, nos sintamos bien. Así, en un primer momento, cuando terminamos la sesión de entrenamiento nos sentimos relajados, pero también nuestra capacidad de concentración es mayor. Por eso muchos estudiantes sienten que una de las horas más productivas para ellos es precisamente justo después del gimnasio.
Cuando empezamos a ir al gimnasio esa sensación de bienestar que nos provoca la práctica del deporte dura unas horas. Sin embargo, a medida que nuestros entrenamientos se hacen habituales, el efecto se alarga y el bienestar general es más duradero, lo que hace que seamos mucho menos proclives al estrés y la ansiedad.
Deporte para adelgazar
Está claro que muchos empiezan a hacer deporte para quitarse unos kilos de encima. En este sentido, los efectos del entrenamiento no son inmediatos, puesto que, según los expertos, al día siguiente de realizar la sesión es cuando el cuerpo empieza a quemar grasas. Así, el metabolismo comienza a acelerarse durante la sesión deportiva, pero se mantiene así incluso hasta 48 horas.
En cualquier caso, cuando hacemos deporte los músculos son capaces de quemar más azúcar, por lo que el páncreas tiene que producir menos insulina. ¿Resultado? Reducimos el riesgo de diabetes.
Precauciones para deportistas
Ahora bien, cuando practicamos deporte también tenemos que observar algunas precauciones si no queremos sufrir efectos negativos:
- En primer lugar, un buen calentamiento reducirá el riesgo de lesión.
- La hidratación es fundamental: cuando hacemos deporte perdemos muchos líquidos y sales minerales, por lo que debemos beber agua durante la práctica deportiva y tomar alimentos como el plátano (rico en potasio) después de la sesión de entrenamiento.
- Los estiramientos, igual que el calentamiento, son indispensables para evitar lesiones musculares indeseadas cuando hacemos deporte.
- Por otro lado, el tratamiento regular con un fisioterapeuta contribuirá a mantener vuestros músculos en perfecto estado, a tratar posibles lesiones y curarlas a tiempo y, en definitiva, a optimizar vuestros entrenamientos. En este sentido, el masaje deportivo es clave, sobre todo si competís: la frecuencia recomendable es antes y después de cada competición.
Si te ha gustado este post, también te gustarán:
Foto destacada: splashbase
MAR