
Por Sol García
Uno de los dolores más temidos no solo por los pacientes, sino también por los médicos y los fisioterapeutas, es el dolor agudo y crónico en partes blandas del aparato locomotor, así como en huesos o en zonas como el hombro. Pero existen cada vez más tratamientos que nos ayudan a curar estas dolencias de manera rápida, segura y poco molesta. Uno de ellos es la terapia con ondas de choque.
La terapia con ondas de choque puede aplicarse en:
- Dolores de la articulación del hombro con o sin calcificación.
- Epicondilitis (codo de tenista).
- Espolón calcáneo con o sin calcificación.
- Tendinitis rotulianas.
- Retardos de consolidación y pseudoartrosis después de fracturas.
¿En qué consiste?
Las ondas de choque son ondas magnéticas, similares a los ultrasonidos, pero con una frecuencia y densidad de energía más alta. Se originan por la vaporización del agua, que es puesta en marcha por una descarga de electricidad. Con ello se produce ruido, por lo que hay que colocar, en algunas ocasiones, protección auditiva al paciente durante el tratamiento.
La onda de choque se origina en un aparato especial fuera del cuerpo humano y se concentra en un punto de acción (zona de tratamiento). Durante la terapia la piel no sufre ninguna lesión.
Las ondas se expanden según las leyes de la acústica. Dado que la mayoría de los tejidos presentan propiedades acústicas similares al agua, las ondas de presión se propagan en el cuerpo sin originar daños en los tejidos circundantes. Los depósitos cálcicos en el tendón, al tener otras propiedades acústicas, son rotos y desmenuzados por la onda de presión.
El tratamiento no es invasivo ni cruento. Utilizado en urología, las ondas de choque destruyen los cálculos. En la aplicación de las tendinitis, no se observa ninguna acción destructora; por el contrario, se desencadenan procesos curativos. El tejido es regenerado microscópicamente y se aceleran los procesos de curación. En el hueso se desencadena una neoformación ósea, al igual que ocurre en una fractura donde hay condensación del hueso. Las calcificaciones en los tendones pueden disolverse y los estados dolorosos crónicos, posiblemente por una acción directa sobre las fibras dolorosas, pueden desaparecer.
¿Es muy doloroso el tratamiento?
No, antes del tratamiento médico se administrará un anestésico local sin corticoide, con el fin de eliminar cualquier sensación dolorosa.
¿Cuánto tiempo dura la terapia?
Aproximadamente entre 30-40 minutos, incluida la anestesia.
¿Con qué frecuencia debe aplicarse?
Normalmente se dan de 3 a 4 tratamientos con un intervalo de 3 semanas, según la intensidad del cuadro sintomático.
¿Sustituye la terapia con ondas de choque una operación?
La tasa de buenos resultados según numerosos estudios es alrededor del 80 %, por lo que sólo un 20% de los pacientes requerirá posteriormente tratamiento quirúrgico.
¿Pueden empeorar los síntomas?
Solo durante un corto período de tiempo después del tratamiento se produce el llamado dolor de resorción. Hasta ahora no se han descrito empeoramientos de larga evolución. En el desarrollo del dolor después del tratamiento se pueden distinguir cuatro fases:
– FASE 1: Alivio inmediato del dolor hasta 6 horas después del tratamiento
– FASE 2: Aumento notable del dolor en comparación al estado inicial, durante 1-4 días.
– FASE 3: El 50-60 % de mejoría gradual durante el cuarto o quinto día hasta que el tratamiento finaliza.
– FASE 4: Efecto completo de la mejoría en la cuarta / sexta semana después del tratamiento.
¿Existen efectos secundarios?
En muchos casos se producen hematomas subcutáneos que se controlan con la aplicación de hielo local durante los primeros días. No se han documentado otros efectos secundarios.
En Fidoos podemos ofreceros el tratamiento con ondas de choque para todo tipo de calcificaciones, dolores de articulaciones y otro tipo de lesiones que aconsejen dicha terapia.
Si necesitáis más información, no dudéis en visitarnos en Fidoos, especialistas en punción seca (c/ Fantasía, 6, local 3 – 28018 Madrid) o en llamarnos al teléfono 917 850 757.
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