Hoy no voy a hablaros de lesiones ni de tratamientos de fisioterapia. Hoy quiero dedicar mi post semanal a mis pacientes, que son la razón de mi trabajo y de mi formación como fisioterapeuta.

La semana pasada recibí una carta en mi clínica Fidoos en la que una paciente me agradecía cómo la atendía a ella y a su familia. Me emocionó especialmente que me diese las gracias por escucharla y por aconsejarla, ya que para mí una sesión de fisioterapia es mucho más que un tratamiento: me gusta hablar con mis pacientes, hacerles sentir bien; quiero que el tiempo que están en la clínica Fidoos no solo se curen de una contractura o cualquier otra lesión, sino que, además, despejen su mente y salgan del gabinete con energías renovadas.

Por eso hoy quiero darle la vuelta a esta carta y ser yo quien os dé las gracias a mis pacientes y a mis lectores, porque sois la razón de mi vocación para curar, de mi formación como fisioterapeuta y de mis ganas de aprender y mejorar constantes.

¡Gracias por estar ahí!