
¡Hola de nuevo a todos! ¿Qué tal, cómo habéis pasado el verano? Espero que hayáis disfrutado mucho y hayáis recargado las pilas, porque el nuevo curso promete.
Después de unos meses de descanso, retomo el blog con nuevas ideas y nuevos proyectos… pero sin olvidarme de la fisioterapia deportiva que, como sabéis, es mi gran pasión. Por eso quiero dedicar mi primer post del nuevo curso a dos lesiones de las que habréis oído hablar mucho estos días en los informativos a cuenta de la Vuelta Ciclista a España y de la preparación de España para el Eurobasket: la fractura de clavícula y el esguince de tobillo.
Fractura de clavícula
La fractura de la clavícula derecha ha obligado a Van Garderen, del equipo BMC, a abandonar la vuelta en la octava etapa. El estadounidense se lesionó en una caída masiva a 50 kilómetros de la meta.
Se trata de una lesión muy habitual en ciclismo: ¿quién no ha visto un ciclista sujetándose el hombro después de una caída? También es frecuente en motociclismo o equitación.
La primera medida en el tratamiento de una fractura de clavícula es la inmovilización del hombro, habitualmente con un vendaje en ocho, como os muestro en esta imagen:
Durante la inmovilización ya podemos empezar a tratar al paciente con fisioterapia, tanto activa como pasiva: la masoterapia con masajes manuales en brazo, hombro, cuello y zona alta de la espalda ayudará a recuperar la musculatura y a fijar la zona dañada. También es aconsejable realizar movimientos de rotación del brazo, así como de antepulsión y retropulsión, es decir, ejercitarlo llevando el hombro hacia delante y hacia atrás, para que no se atrofie el músculo.
La aplicación de electroterapia puede ayudar a calmar el dolor de la zona lesionada y también se recomienda antes de trabajarla con masoterapia.
Esguince de tobillo
En estos días la Selección Española de Baloncesto está completando su preparación para el Eurobasket 2015, para el que ya está listo Ricky Rubio, que ha pasado casi toda la temporada en blanco a cuenta de un esguince de tobillo de grado 2.
El esguince de tobillo es una lesión muy frecuente en jugadores de baloncesto. Algunos expertos señalan que aparece en el 45% de las lesiones de estos deportistas. No olvidéis que hablamos de jugadores muy altos, cuyos pies soportan un gran peso y se ven obligados a realizar un sobreesfuerzo respecto al de cualquier persona con una estatura media.
El esguince de tobillo tiene distintos grados:
- El esguince de grado 1 solo presenta una distensión del ligamento, pero no hay desgarro. Es el esguince más leve.
- El esguince de grado 2 sí presenta desgarro del ligamento. Pueden acompañarse de roturas óseas y requieren inmovilización.
- El esguince de grado 3 supone una rotura total del ligamento, por lo que es necesario pasar por el quirófano para volver a unirlo. Puede ir acompañado también de rotura ósea, aunque no siempre.
Para el tratamiento de los esguinces en mi clínica Fidoos recomendamos masaje terapéutico con hielo (el frío ayuda a disminuir la inflamación), los ultrasonidos y, sobre todo, la punción seca, que, como ya sabéis, va directamente al punto de dolor y hace que desaparezca. Además, el vendaje con Kinesiotape también puede ayudar a curar la lesión.
SEP