
Aunque estos primeros días de noviembre parezcan más cercanos al verano que al invierno que ya se avecina, la nieve está a la vuelta de la esquina y, con ella, la práctica de los deportes de invierno.
Esquí alpino y snowboarding son dos prácticas deportivas con gran porcentaje de lesiones: si esquías tienes una probabilidad de sufrir una lesión de 3,2 por mil (según datos de Somacot, Sociedad Matritense de Cirugía Ortopédica y Traumatología).
Las lesiones más frecuentes en los deportes de nieve son aquellas que afectan a las articulaciones de tobillo, rodilla, muñecas y pies. Hay que tener especial cuidado con las lesiones de extremidades inferiores (son el 60% de las lesiones que se producen esquiando) y especialmente la rodilla, aunque también son frecuentes lesiones como el pulgar del esquiador, contusiones en la pelvis, lesiones en costillas o vértebras, dolencias en la muñeca, luxaciones de hombro y lesiones de cabeza (estas últimas, más frecuentes en los peques).
Para evitar todas estas lesiones en la nieve quiero daros cinco tips que debéis tener en cuenta antes de ir a esquiar o a disfrutar de otros deportes de invierno:
1. Reconocimiento médico previo
Acudir al médico antes de realizar cualquier actividad deportiva es fundamental, pero en los deportes de nieve cobra especial importancia, sobre todo para personas mayores de 50 años.
Olvidaos de esquiar si tenéis una lesión reciente o si vuestras rodillas no están en perfecto estado de revista.
2. Entrenar y calentar
Aunque parezca más una forma de hacer amigos y de disfrutar del paisaje que de machacarse el cuerpo, el esquí no deja de ser un deporte y si uno pasa todo el año sin hacer ejercicio su condición física no será la mejor para ir a la nieve.
Además, es muy importante calentar: caminar de forma suave antes de ponerse los esquís, hacer estiramientos suaves y movilizaciones articulares es fundamental para ir preparando nuestros músculos y evitar así posteriores lesiones.
Las rodillas son especialmente importantes (ya os he contado que son las grandes protagonistas de las lesiones en el esquí), pero no olvidéis el cuello y la columna vertebral en general.
Y, por supuesto, cuando acabéis los descensos, no os olvidéis de estirar para evitar que los músculos se queden fríos, lo que hará más factible cualquier tipo de lesión.

Tablas de estiramientos
3. Hidratarse
Nuestro cuerpo es agua y deshidratarnos conduce a que nuestros músculos estén más receptivos a lesiones y fatiga. Beber agua antes de comenzar los descensos es fundamental para evitar, además, taquicardias y bajadas de niveles de glucosa en sangre, así que no os olvidéis de hidrataros en la estación. Si no os apetece agua tal cual, las infusiones calentarán vuestro cuerpo y os harán sentir bien, además de cumplir con esa necesidad de hidrataros.
4. No abrigarse en exceso
A la hora de elegir el equipo de nieve es importante que las prendas sean transpirables, flexibles y reforzadas en las zonas donde más se desgasta (rodillas, por ejemplo).
Olvidaos de jerséis gruesos y ropa pesada: lo ideal es vestirse con tres capas (la primera, transpirable; la segunda, de tejido técnico; la tercera, una chaqueta aislante). Así el cuerpo mantiene su calor.
5. Especial atención al casco
Todo el equipo es importante (el equipamiento inadecuado provoca el 40% de las lesiones en el esquí), pero el casco puede salvaros la vida, pues disminuye en un 60% el riesgo de traumatismos craneoencefálicos y de lesiones en cara y cuello.
Si a pesar de seguir estas indicaciones os lesionáis en la pista de esquí, recordad que en la clínica Fidoos estamos a vuestra disposición para curar vuestras lesiones. Somos especialistas en fisioterapia deportiva y pioneros en el uso de la punción seca, una técnica indolora que acorta al máximo los plazos de recuperación de dolencias musculares.
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